Si tenéis niños, sabéis de lo que os hablo, rallajos de lápices, manchas de que se yo... Y sino, del paso del tiempo, refregones de las visitas o simplemente los rallajos que ocasionan las perchas o los muebles que pegan a la pared.
Pues la solución es sencilla, se pueden eliminar sin necesidad de volver a pintar con un producto maravilloso, por lo menos para mi.
Se trata de una esponja mágica.Es un producto del Mercadona, aunque seguro que existe de otras marcas, yo utilizo este. Su precio es de (debo consultar) y vienen 3 esponjas. Cuando vayas a utilizarlo NO OLVIDES PONERTE GUANTES. Su modo de uso es sencillo solo hay que mojar la esponja y escurrirla de manera que quede humeda y no tenga exceso de agua. Aplicar sobre la mancha y frotar por el lado de color blanco. Observarás que la esponja se desintegra conforme la mancha desaparece. Los resultados son tan buenos que por eso eso he dedicado mi primera entrada de trucos caseros a este producto.
Para aprovechar mejor el producto y por comodidad para limpiar, corto con las tijeras la esponja al tamaño que pienso que voy a utilizar para eliminar la mancha o zona a limpiar.
No os podéis imaginar como tenía el pasillo de mi casa... y gracias a este producto, la pintura puede esperar.
Aunque claro todas las pinturas no son iguales así que os recomiendo que hagáis una pequeña prueba en algún sitio poco visible para probar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario